
— Por Maia Portillo
La tormenta me llama
mientras las paredes de humedad gotean
pongo trapos viejos sobre los charcos. Suenan
estruendos
palpitaciones
aceleración
la lluvia sigue
golpea fuerte
contra el techo.
¿Estoy resguardada
adentro, lo estoy? Nada se llenó de agua
sigo esperando que suceda.
Cae un rayo en la terraza
refusilan los miedos
a pedazos se parte el cielo
mientras yo intento no amontonar
mis baldes de infierno