
Por Sara González —
En el eco de la sombra duermen los horneros
descansan sobre el barro tajeado
por este viento que no es de aquíSus cuerpos livianos olvidaron el lenguaje
del temor a lo opaco y lo oscuro
hoy las esquirlas del aserrín los mecenVigilo por si la gata
en un acto de coraje se atreve
pero solo las hojas
teñidas de amarillo poseen
el valor del salto